"El orden es el placer de la razón. El desorden, la delicia de la imaginación"; me dijo un amigo, allá en Purmamarca, Jujuy (Arg), parafraseando al cantante de mi banda preferida, Los Redondos.
Y le creí.
Tiene sentido... Razón e imaginación no se llevan bien. Se chocan, se entrecruzan, se superponen.
Razón e imaginación vienen de lugares distintos. La razón necesita del orden, es su objetivo y su máxima aspiración.
No hay orden en el terreno de la imaginación, porque proviene de lo que nos ata a nuestro cuerpo. La imaginación es del orden de los sueños, y a los sueños no se los ordena.
Los sueños vuelan y vuelva nuestra imaginación. ¡Y menos mal! Menos mal que no somos pura razón, poprque no hay posibilidad alguna de sonreir cuando vamos por el mundo racionalizando la vida. Midiendola en horas, días noches... midiéndola.
Cuanto más desorden en el terreno de la imaginación, menos perdidos estamos.
Razón e imaginación, entonces, tienen que ir por caminos separados.
Cuerpo y razón, sueños y vigilia... dualidad constante.
Yo dec?a:
-?Qu? es ese murmullo que se oye en la habitaci?n de mi escritorio?
Y las teclas escrbian solas:
_Es Flor
_?Pero qu? estais diciendo?
_Y las teclas golpeaban:
_S?. Es nuestra Flor que ya ha venido. Ha vuelto.
_?Y qu? nos cuenta Flor?
_"El orden es el placer de la raz?n. El desorden, la delicia de la imaginaci?n";
_ Me dejas asombrada ?Ser? por eso mi reino, el reino del desorden?
_T? sabr?s - respondieron las teclas-
_Cuanto m?s desorden en el terreno de la imaginaci?n, menos perdidos estamos.
_ Creo que empiezo a comprender por qu? estoy tan pegada siempre al ordenador. Y eso que s? que no tiene sentido.
?Verdad Flor?
Eres una delicia para mi raz?n y para mis sentidos.