Otras noches pasarán
verás otros amanereces
la lluvia seguía cayendo,
recuerda viejo amor,
que en este mundo nada es eterno.
Volverán los viejos caprichos,
de a poco retomarás tu vida,
los días se te harán menos lentos,
y podrás escuchar nuevas risas.
El día que dejes atrás lo que fuimos,
el día que te separes de mi sombra,
cuando ya no escuches mi voz,
y puedan en paz descansar
los viejos recuerdos.
Las hojas de tus árboles brotarán de verde,
volverá a llenarse de flores el camino,
quizás extrañes lo que una vez viviste,
pero que sea eso:
un segundo y nada más.
Redescubrirás tu marchita alma,
desgastada con el paso del tiempo,
y verás que está renovada...
El agua curó las heridas.
Verás que seguís en pie,
que el mundo sigue dando vueltas
que un amor que se marchita,
no te agobia, no te asfixia.
Ya te separaste de mi sombra,
ya podés oir tu propia voz,
Los recuerdos se han apilado
en los rincones de tu mente.
Son intactos, infinitos...
imborrables... invisibles.
Prima divina... me resultó imposible contener la nostalgia a medida que fui leyendo... No sé si porque es tan tan similar a lo que yo hubiera deseado que "él" me dijera antes de seguir dos caminos opuestos; o si es porque te entiendo tanto que me melancolizo con vos. Tal vez sea un poco de las dos cosas.
Todo esto que provocás en alguien que te lee es algo realmente increíble. Gracias flor!! Sabes que sigo recontra fiel a tus escritos.
Se te quiere prima! Besos, Ro.