Casi estuvimos juntos, casi te olvidé, casi te odié, casi no hablamos, casi no nos vemos, casi no te reconozco, casi no me reconoces, casi suspendo, casi me operan de nuevo, casi me caigo, casi se me apaga el móvil por no tener suficiente batería, casi me duermo en clases, casi acabo la ficha de mates, casi a diario te recuerdo, casi se me olvidan las cosas casi más importantes, casi consigo aprender japonés, casi me acabé aquel libro, casi memoricé la letra de las canciones de aquel disco...
¿Lo ves? Siempre nos excusamos tras un "casi" de cristal, imaginario, en el que nos escondemos por miedo a asumir que si no hemos logrado algo es por culpa nuestra.
Quizás deberíamos ser más valientes, luchar sin rendirnos a la mínima de cambio y olvidar que en nuestro extenso vocabulario existe ese vocablo...