¿Cómo se me pudo ocurrir arrastrar mi dignidad hasta al subsuelo?
Está claro, la depresión post-vocacional me afectó a las neuronas porque aquí algo falla.
Jamás en mi vida habrá alguien lo suficientemente importante como para arrastrarme, porque si para tenerl@ a mi lado he de hacerlo, deja de tener importancia. ALGUIEN QUE TE QUIERE NO TE HUMILLARÁ.
Así que mi última palabra es PUERTA. Úsala para salir de mi vida y no volver a entrar.
Con tu actitud rompiste incluso la posible amistad que podía existir entre nosotros, lo siento, pero es la verdad.
¿Todo lo que te dije? Olvídalo, fue un golpe de sinceridad.
No te confundas, NUNCA quise volver. Y si alguna vez lo dije, lo siento, me equivoqué.
No confundas INFORMAR de cuál es la situación con rogarte, porque ni lo hice, ni lo hago, ni lo haré.
Así que haz lo que quieras con tu vida, esquívame, miénteme, ríe, llora...ódiame. Sinceramente me da igual.
Mi error fue creer en ti, en un príncipe gris que yo misma vestí de azul, pero, ¿sabes? NUNCA MÁS.
Ojalá no te arrepientas y seas muy feliz...o no, me da igual. Pero si algún día quieres regresar, acuérdate de la palabra que yo te hice memorizar: PUERTA.
Tiene su explicación:
1) Es un texto INVENTADO
2) Aunque no lo fuera sería un texto en el que se explica lo que una persona siente, en el que explica cómo poco a poco perdió el interés por alguien que quería.
Muy buena expresion escrita. Nunca debe de rechazar el hombre el amor de una mujer ni mucho menos menospreciar los gestos de gratitud. Maldito el hombre que haga llorar una mujer. Maldito el día en que nació, ya que su misión como un varón era proteger y amar a una bella dama.