Es así: Promete sonrisas que nunca podrá pagar,
y bailará furioso en sus labios el brillo escarlata.
Se agazapa y mira el ovillo de guita que rueda.
Quiera dios robarle las bragas a los mordiscones.
Desafiando al frío va,
sus tacones en la acera pisan firme.
Quien la quiera acompañar,
no debe olvidar su billetera
Perinola toma todo ahora y no pierdas el rumbo,
ya tus uñas rasgan fastidiosas la bolsa vacía.
Algo histérico, tú escote pantano luce transitable
la ranura en el pecho alcancía es un tragamonedas.