En la esquina de una habitacion, un
zapato
en el zapato, un duende
un duende con corazones
en sus manos
corazones que el deshamor duelen.
Y ves al duende trabajando
no le importa descansar
lo vez con hilo y aguja en la mano
el tiempo quiere
aprovechar.
La gente cuenta que aquel duende
busca a todo mundo ayudar
pues dicen que aún duele
su pobre corazon de cristal.
Y cada noche veo
al duende
al zapato regresar
con nuevos corazones que
duelen
para ponerse a trabajar.
Me encant? el peque?o duende de tu poemita. El duende de los sentimientos da puntadas en los zapatos para irse a bailar con la luna. Bonito y simp?tico el poema.