Otra gota de lluvia que se pierde en el mar, como cada palabra que ahogo cuando se trata de ti.
Sirvo la sexta taza de café mientras recorro lentamente las palabras escritas con la punta de los dedos, imaginándote a ti, incapaz de dañarte. Como quien se encuentra frente al mayor y mas vulnerable de los tesoros.
Otra gota que cae en cualquier lugar, tan pequeña que el resto del mundo es incapaz de preocuparse, como salio esta del cielo a gran velocidad, sonriendo y desintegrándose a su paso y yo con tanta envidia de ser al menos una de las que baña tu cara mientras intentas refugiarte del frió, o ser viento, ese que pasa y se lleva un poco de tu aroma, ese aire que tiene la maldita suerte de estar dentro de ti al menos por un momento fugaz, hay tantas cosas pequeñas que hacen tan grande a la vida y yo sigo carcomiendome por ser un simple humano incapaz de impregnarse en tu piel.
