Este era mi miedo,
verticales que no acaban,
acá llueve más que en Londres,
te hablo con lengua herida,
no me culpes si te quemo, no me culpes si te quemo,
no me culpes si te quemo
con saliva.
Este era mi sueño
y era un lamentable sueño,
arena y agua, escapadas,
mano muerta en el teclado,
no me mires si te miro, no me mires que te amo,
quereme siempre a baldazos
esos con los que nos quemo.
...
Dejando cosas en cualquier parte,
para qué.
Me gusta tu improvisación.
Un saludo