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Cada Caso...- 1

Esta cosa me va a herir para siempre... no es dilación, es una 'cosa' en serio, lo juro, no tiene nombre. No puede explicarse por si sola, sino en mortales parrafadas asombradas, no puede hacerse presente hasta que otra persona la sienta y entonces sabe,
todo lo que no puede decirse con más y más palabras...

Cada caso es particular... a mi me intrigan mis respuestas, y los enigmas también, de hecho me fascinan mas estos, relativamente similares a pinturas... sea que la cosa que me aqueja a mi encontró su porción artística en el pesar, sea que...

Cuando voy (voy, hay que sentir en serio esa palabra ya que implica nada menos que una búsqueda) entre algunas esquinas, percibo la suavidad del bronce, cuando veo algunas piedras apiladas de incontable peso (¡vivieron sin remedio cien mil años...!) Cuando las imágenes que pasan por el tren son demasiado veloces, ni se pueden interpretar más de un segundo y medio por fotograma mental que la otra ya está devorando el viaje, cuando.... cuando la miraba durmiendo y era más que una persona, era varias personas en un una hermosa mente que las compaginaba, mi madre, mi amiga, el padre confesor que faltó, el hombro anónimo que una tarde desconocida te sostuvo la frente; 'cosas' también, pero sin duda diferentes...

Esta sensación en cambio, me incomoda los huesos, las vértebras, incluso ahora en este momento que me dispongo a concentrarme en la madrugada y regalar alguna reflexión a la máquina...

Tal vez la máquina sea la cosa.
Es posible que yo esté inalcanzablemente
conectado la máquina. La máquina que transporta la información
que tantos quieren tener.
Dispersión y multiplicación. Trompetas y murciélagos. Pianos.
Conectado a la máquina, hasta que
de tanto
toma forma carnosa
al tiempo que transporto los paradigmas para ella, como empleado
delegado
a letrar consignas,
me he vuelto la máquina
me he vuelto la cosa.

¿Vos? ¿Qué tanto...? ¿Qué es? ¿No te confunde?
¿no te confunde tanto? Aguas de mar pesadas...

Esto me sucede, cuando me dejo llevar entre muchas cosas, cuando me fijo en los edificios y en su talla, cuando se que podría al fin llorar contra el vidrio sucio y presiono más la mandíbula. Esto me sucede, no puedo explicar la cosa, soy la cosa.
Y vos tampoco vas a saberlo hasta que lo sientas. Entonces vas a decir 'Tarde'. Pero esa también va a ser otra mentira.