Escribir despacio un grito viejo... Escribir, despacio
como si en los trayectos
estuviesen las suertes,
los auténticos...
Es necesario creer a las suertes. Nada vemos en verdad.
Hay una playa en la cual ciertamente camino
(odio las playas)
y andando errabundo cerca de los bordes acuosos,
cuando los pies empiezan a remolonear entre centímetros de arena,
sientome un poco vivo, un poco cerdo,
hombre. Un poco, muy justo, muy necesario.
Señor, señor que me has dejado, vuelve
tu puta mirada.
Esta humanidad planea los tubos
sobre los tubos planea, y no te ha necesitado alguna vez
para volar en el desastre. Mira, vuelan...
Esta humanidad, muy justa, muy necesaria
en el perdón
en la dádiva
en la memoria.
Justos y necesarios. Pero solos, solos lo hicieron.
Vuelan, no saben a dónde van,
engulleron la certeza y cagaron desesperanza.
¿tuviste vos la fuerza para guiarlos?
Tu palacio de las alturas, chiste histórico,
como se ve con el dictador
que enervan los buenos y lo vomitan hacia adentro.
Todos nos tragamos las palabras hacia el Invisible.
Entonces me cago en dios.