¡Y qué me importas vos, asesina de mis papeles!
Si estaba pensando en ot r a.
Comealmas, rompehuesos.
¡Y qué me importas vos, sorda de lo esencial!
Ofrecí a tus piernas mi poesía
y me dijiste Mezquino,
cuando la única cosa realmente mía que puedo dar
son sílabas y puntos. Ni los relojes de lata,
ni la hora de esos relojes. Sílabas y puntos.
¡Y qué me importas vos, mujer Siberia!
blanca como un muerto, aterida
pero es mentira
es mentira
tu heliotropo.