Escribo.
Desde ya que es una tormenta de hojas,
traviesos atraviesos de la niñez en el aire matutino,
escribo disparos que rasgan razonando en las hojas,
mujeres destrozadas, carne en la cocina
cuando amanece y hay moscas, y se aventuran profundo.
Los huesos me crujen, hay mas humedad en los frentes,
las paredes, nuevas viejas: que viejas se ven igual. Añares,
escritura a ultranza, violaciones de derechos.
Fuerte abuso de la fotografia,
palabras, la fotografia mas fuerte
el despeluchado medioaño y la gracia
se van
hay que deshojarse y deshacerse,
mucha conexión simbiótica, dolorosa, mucho otoño;
escribo sobre esperar
escribo sobre esperar no tener
más hijos en la vida.
Sin tormenta, dos monedas me chasquean reidoras
en el bolsillo insoportable,
muerte, emblema de la servidumbre.
Recordatorio, alumbra ahora.
