TusTextos

Madre, Como Duele

Sacar piedras bajo las tapas de las rodillas,
Desfragmentar los dedos en unos cuantos pedacitos,
Como cuatro docenas.

Desfigurar la imagen de la frente con el añico del año que paso
Con el desgarro del año que viene
Con el mañoso del año que no será
-por lo que mete ideas en las cabezas de todos los años,
Ideas de la paranoia-

Fruncir, fruncir el seño hasta el choque de las pieles tectónicas
Y ¡BUM! El terremoto, el derrumbe, las carnosas mezclas al final de la ceniza.
Todo un promontorio de guerra
En los mis ojos albinos que mienten su color.
Todo el sulfuroso ser que puedo ser, que en cada sangre devuelta quema a todos de asco,
Y en las hinchazones respira humo.
No hay escapes,
que…
¡Que mi perro de la infancia, la gracia misma del amor representada,
Derrape los colmillos para depilarme el cuero,
Y llore ciego por su traición de mierda y de animal!
¡Que insulte a todos mis vecinos por viejos putas larvas mediocres muertos y no nacidos!
Que nunca más nadie se atreva a golpear la puerta, que huya…
Que me de Dios la bienvenida y conjure:
Por qué, por qué a tu hijo no se le rompió la cruz de base,
Así moría de bruces tal como lo querías,
Bajo el peso de doscientos kilos de madera raída…
¿Por qué no sufrió a una escala mayor que yo?
Porque no. Nunca vivió nuestras escalas. Se presiente la ausencia con el pecho.

Arremeto…
Todo mi cuerpo como máquina vomitadora de la guerra de los finales,
Piso al niño dejo a los padres,
Piso a los padres dejo al niño.
El mediohacer es básico en la lucha contra las estructuras, asi que no,
No termino el poema… Es basura.
Soy basura (las letanías siempre hallan continuidad, son por eso letanías)
¡Me rio! ¡Deshacerme de mí mismo! ¡Lleno de mentiras el papel, y es una computadora!
Y volar, ¿Cuándo volar sin el suelo jamás de vuelta?
Sin conciencia, viaje al sinfín jugoso de los restos de la historia
que me queda:
No puedo hacer nada de lo que proclamé con encendida sinceridad, temo cual pichón.
Así que me quedo en casa, aproximándome cuantiosamente:
Recuerdo a Lucrecia, y su espalda ceñida con pelitos mínimos.
Se perfumaba para levantarme el ánimo.
Se perfumaba para mí.
Hace mucho, un par de dias.
Se perfumaba para mi.
Gentio05 de diciembre de 2011

2 Comentarios

  • Libelle

    Es una prosa alocada me gusta lo diferente saludos

    12/12/11 05:12

  • Gentio

    Gracias libelle jaja, a veces las personas más perjudiciales para uno nos ayudan a escribir, aunke sea...

    13/12/11 12:12

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