Que cada minuto disfrutado sea largo como la vida de un árbol,
que se extienda como la edad de las montañas...
que lo malo que te pueda suceder sea suave como un mote de algodón,
ligero como la brisa de una tarde de verano...
que sea llevadero como el aroma dulce del hogar,
para que no tengas ningun momento duro en tu día...
y si llegase la tristeza, que sea fugaz como el relámpago,
más rápido que un veloz corcel,
como un ligero parpadear.... corto como la vida de una rosa!
deseo, con todo mi corazón, que mis amigos, mis parientes, mi prójimo y el forastero vagabundo, pueda tener al menos un día de su vida que sea semejante a este.