Ya nadie habla de ángeles,
ni los ve, ni los mira cuando pasan.
La guerra los inmola a cada instante
y los abrasa en campos de exterminio.
¡Ángeles que acudían con el rocío!
Poetas singulares de la nada,
seres de luz en transparencia.
¿Porqué el poeta siente en el vacío
su ausencia largamente anunciada?
Ya nadie habla, ni dice, ni calla;
el silencio es moneda de cambio y
se oculta el verdadero sentimiento
que nos devora.