Te busque con el pensamiento,
Con el alma perturbada,
En los silencios de aquella noche callada,
En el laberinto de esqueletos suicidas,
Donde quedaron mis pasos perdidos,
Donde en la pradera recosté mis sentidos,
En los días de humedad,
Con sudor y sabor hastió,
Se enmudecieron mis sentidos,
Se escurrieron de mis manos,
La prisa fue tan grande,
Que un torbellino de preguntas,
Sacudieron mi cuerpo adormecido,
Y al final de mi camino,
Con mi mente que ansiaba a gritos,
Salir de aquel tormento,
Quede atrapado en aquel laberinto de suicidas con sabor a hastió…
GUITO ALCARAZ