Estoy dejándote ir. Y cómo dule tu recuerdo aún fresco! He pasado las horas bloqueando este sentimiento... bloqueando tu presencia eterna... bloqueándote a ti.
Es má fácil ahora que acepté mi derrota. Hoy tengo la cabeza baja, la mirada triste, las palabras encendidas, las emociones a flor de piel... los pies rotos de buscarte.
Tal vez mañana ya me sienta mejor.
Pero no vuelvas más, estoy sacándote despacito, poco a poco... espero que mi estrategia no encuentre obstáculos.
Quizás más tarde, cuando el dolor cese, busque una explicación. Ahora solo quiero olvidar, y recordar cómo era todo antes de ti.
Porque mi vida debe seguir su rumbo. Tu tormenta despertó mis ansias, pero no hay puerto para mi naufragio... allí donde tú estás.