Quien me tejiera este lanilla de seda
En la pupila y me pintase el iris
Con un rayito de la aurora
Tan solo quiero ver
La lucida fortuna que se oculta en la vida mía
Y ver que mi amor no se marchó de mi vida,
Pensar que mañana no volveré a ver su mirada,
Imaginar que sus besos ya no serán míos
Que es mentira que me dijo ¡ya no te amo!...
Esta pena que me duele y me quema
Esta agonía que me consume en llanto
Que es un sueño, no lo sentiré mañana al alba
Frente a este ancho mar, mi quebranto
Desangras de dolor el pecho mío
Y este martirio de oírte,
¡Ya no te amo! Son puñales
Que clavas al corazón mío
Recordar que ayer decías que me amabas,
Que solo era yo quien te entendía
Y que sin mí no vivirías
Tu vida estaba atada a la vida mía
¿Cómo así de amarme tanto, tiranizas el pecho mío?
¿Qué daño te hice yo vida mía,
Y me castigues con estas crueldades?
¿Mañana al no tenerte a mi lado que será de la vida mía?
¡Qué desdicha ,Que martirio!
Emitiré los más tristes gemidos,
Apiádate de mí no seas agonía,
No me dejes envuelta en esta melancolía
No seas cruel amor mío
Llévame contigo contra viento y marea,
No me dejes, sigamos así como soñamos
Imaginando hallar un mundo nuevo
Donde solo existiera el amor y la dicha.
¿Acaso no recuerdas esos sueños?...
De mi desdichada vida no seas pues agonía,
De este amante tuyo, quien solo por tu amor vive
Quien me tejiera esta lanilla de seda
En la pupila y me pintase el iris
Con un rayito de la aurora
y ver que es mentira que mi amor se marchó de mi vida
