Una vez oí decir a una persona que todos tenemos algo por contar, mas solo falta plasmarlo en tinta y papel. Por consecuente podemos afirmar que cada ser racional tiene un Kafka, un Becquer o un Mario Vargas llosa escondido en su intelecto, opacado por la sociedad.
Me he negado a creer esta teoría pero, ¿Cómo sosegarme ante mi desconocimiento de la veracidad acerca de esta teoría? ¿Cómo criticar a un escritor sin conocer los frutos de su trabajo? Y es que la respuesta es tan sencilla que hasta carece de algún razonamiento intenso. La sociedad, sí esa masa de seres pensantes "biológicamente" superiores a cualquier otra especie existente según científicos. Somos como pequeñas hormigas que se siguen unas a otras con el mismo objetivo. He aquí una similitud y una diferencia, estos seres irracionales pasan su existencia trabajando por el bien común y nosotros? Nosotros imitamos pero la imagen errada de lo que es bueno o malo. En fin no pondré las cartas en la mesa acerca del significado de estos adjetivos, lo que intento explicar es que la sociedad es el vivo reflejo de la crítica hacia la forma, en otras palabras la critica a lo superfluo o superficial. Criticamos por la portada y no el contenido, Según como lo veo, me rehusó a ser una hormiga esto conlleva a probar aquellas palabras que marcaran tal vez el inicio de mi nueva dirección o el simple gusto de no seguir a modelos marginales del Ser humano.

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