Poco a poco, la oscuridad se va apoderando del día y es cuando en la paz de la naturaleza, siento como mi alma revive dentro de mi cuerpo y me llena de energía. Es una extraña fuerza casi divina que hace que me sienta tan lleno de vida, tan fuerte en mis sentimientos y en plenitud de facultades que es como si mi ser, mi ente, mi yo saliera de mi cuerpo y se fusionara con el ambiente, con el aire, con la brisa, con el otro mundo.
Me siento muy ligero y aunque estoy aferrado a la tierra noto como floto por la vida.
Es una bonita forma de congeniar con el mundo.
Es una bonita forma de sentirse más cerca de los demás.
Es una bonita forma de amar y sentirte fusionado con tu ser querido.
Es una bonita forma de dar un beso.
Es una bonita forma de cargar las pilas para enfrentarnos al día siguiente.
La espiritualidad en determinados momentos nos da la fuerza suficiente para enfrentarnos a las dificultades del día al día. Para los momentos en que nos sentimos derrotados, agotados y cansados de vivir.