¡mmm rico abrazo! Hacía falta... su fragancia, incluyendo un discreto efluvio suyo exudado, el combo es completo, se acepta.
¿Le cuelo una confidencia? La textura de su piel se adhiere desde mi cabeza a sus pies de geisha, en este abrazo, en sutil danza, le siento tibia, el contacto levanta todo, si algo dormía... bailamos verticales, horizontales, rotamos eternidad de instantes, burbujeantes, lo emotivo se agudizó, invita a...
Su presencia evoca eras frescas y gratas vividas y a seguir compartiendo, acortando distancias, me place de manera muy grata.
Ayer estuve por su geografía, con esa extraña herramienta llamada Google Earth, este siglo me desconcierta, voy de sorpresa en sorpresa, ni hablemos del monitor jajajajas, recuerdo cuando no existía este aparato, al entonces genial daguerrotipo, de mi estimado amigo Louis, allá en los agitados ochocientos, en Paris.
Vuela en el sepia de mi pensamiento, aquellas imágenes... en la calesa tirada por el levantisco alazán, envestido con sus mejores aperos, susurraban a lo lejos el tañido parroquial de las campanas, en alguna capilla de la bucólica comarca,
con inusual alegría.
La fe y su llamado a la oración - me dije - entre abstraídos pensamientos.
¡Pero usted convida a las dulces agonías...!
El cura que espere, usted no. ¡Arre corcel! ¡Arre!