![Image and video hosting by TinyPic](http://i55.tinypic.com/35iuh3t.jpg)
Cuando nos expulsaron
los párpados conocieron
del insomnio.
Huellas en llamas,
quedaron al andar,
nos separamos.
Llovió amargura
pariste con dolor
largo tiempo...
Hasta que la tentación
en transición desconocida,
plantó frondoso árbol.
Y nos volvimos a encontrar.
No te he olvidado - dijiste -
Era yo quien ofrecía
manzanas nuevas para ti.
Han madurado, pruébalas,
mejores que las del Edén
son dulces en pensamientos
ricas en pasión.
Te mitigará
la sed de eternas dudas,
te harán más sabia.
Ella no dudó...
A lo lejos,
entre nubes de algodón,
rodeado de lindos querubines,
Dios se preguntó:
¿En que fallé de nuevo?
Índigo, muy interesante tu texto, me lleva a dos dimensiones, la de una nueva versión de la caída en el pecado original y a un relato de encuentro y desencuentro entre un hombre que cuida su paraíso y lo ofrece a su dama que regresa.Impregnado de amor, Viva la irreverencia, saludos.