Indigo
En una mirada introspectiva sincera, mi naturaleza de dulce pecador, desde mi precoz presencia en este mundo, bajo la mirada complaciente del maestro Sade (parcialidad que integra el panteón de cualquier mortal, leí casi todos sus libros) poseo de eso que mencionas. Otros/as, sin haber leído a ese maestro, ponen en practica sus lecciones, su lado oscuro y no tienen la suficiente valentía de reconocerlo, que lo ostentan en sus pensamientos o textos, y por ignorancia supina, por temores mal fundados no lo reconocen.
La academia hizo el resto aprobando lo profano e irreverente que me adorna, con su venia. Es ese tul de magia, que mencionas.
Polvo de universo para ti, Sex.
07/10/11 05:10