Oblicuos monjes,
vórtice en caos
se abate sobre mí.
Todavía humea
mi raída túnica
y mis libros.
Sobreviví a la inquisición,
a la atroz quema
de los nigromantes.
Sangra mi mano
mientras escribo
el cántico deseado,
lejana la tregua,
actividad y energía
me atizan,
grietas en los pies
mientras deambulo,
respiro abismos,
en un dinamismo osado
símbolos crepitan
y acongojan.
Ocaso, final
de años sombríos.
A mi lado Lili.
Amorosa es,
maligna para otros
indomable para todos
Vagaba ella
la calcinada tierra.
Nos reconocimos.
Lili, erótica, apogeo,
Ninfa que aceptó
dormir bajo mi piel...
En la alta necrópolis,
nos cobijamos y para siempre,
ardemos como sahumerios.
Sobreviví a la inquisición
a la atroz quema
de los nigromantes...en verdad tu´sabes quien es Lilith, no por una revista y tambien conoces a los poetas maldecidos, malditos y maldecidos, a pensar esr juego de la lengua, excelente, beso.