Con mis manos temblorosas tomo mi taza de café. Tres a.m y no sé como seguir con mi vida desde que me dejaste. Tu ausencia se siente en cada pasillo frío de casa. Me invade la nostalgia todo el tiempo, algo me tiene amarrada de los pies, no puedo continuar. Muchas personas dicen que tu decisión fue de cobarde por no enfrentar a esta vida, pero para mi eras y serás siempre un luchador; mi ejemplo de vida. Cuando despierto por la mañana, ese rayo pequeño de luz por mi ventana es tu voz que me guía. Todo el tiempo extraño tus bromas y esa sonrisa inconfundible al verme hacer el ridículo. Espero que permanezcas en la gloria pura, buen viaje.

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