Papeles al Viento. En El Aire
Iii (pienso, Pensamos Juntos)
LABERINTO.
A veces creo que si dejamos de escribirnos vamos a perdernos. Como vagando por un laberinto a estrenar, sin huellas del tiempo. Entonces quizás jamás volvamos a encontrar el camino de regreso a nosotros mismos. Y no, no hablo de vos y yo, de jamás regresar a un nosotros deslindado y singular: monogote; hablo de no poder volver a ese nosotros bicéfalo que cada tanto nos damos el gusto de ser.
Sabés, hoy no te extraño. Porque sé que estás acá, siempre vas a estar acá. Pero pienso en vos y en la posibilidad de que, de pronto, todo recuerdo tuyo se transforme en sueño. Pensalo, es horrible, confundir tu cara con una roca, tus ojos con el mostrador de un almacen, tu voz con el pasto movido por el viento. ¿No te sucedió nunca, reconocer en el rostro de otro, o en una nuca, a una persona que no veías hace mucho tiempo y que sólo de esa manera imprecisa reencontrabas durante un sueño?
Nosotros estamos destinados a ser eso. Como todo recuerdo, como todo pasado. Por ahora, somos presente y eso me alivia. Pero ¿cuántos nosotros hemos perdido? ¿Te acordás cómo nos conocimos? Adiós a los desconocidos que se conocían, que intercambiaban sus primeras palabras, sus primeros miedos.
No sé si quiero recordar a esos chicos, no sé si quiero olvidarlos, sólo sé que están perdidos y si algún día regresan estarán viejos, tendrán rostros de maceta y nos hablarán en una lengua que podremos entender, pero no sabremos escuchar.
A veces creo que si no te escribo, hay muchas palabras que se pierden porque no tengo a nadie a quien decírselas. O, porque no quiero decírselas a nadie más. Yestapalabrasoloquierodecirtelavos.
Me voy, por ahora, para siempre. Volveré cuando me encuentres: nuestro laberinto ya es viejo y tiene las puertas abiertas. Pero yo no pienso escapar.
Emiliano.
8 de mayo de 2012
