Callado estoy,pertinaz ante la vida,
seguro ante la perpetua muerte,
agua de fuente perenne que sombría,
caños de frio llena eternamente.
Me entrego a la vida convencido,
sabedor de la gota florecida,
blanca y redonda de rocío
sobre rocas negras extendida.
El azahar perfuma, me acaricia,
a mi alma da consuelo ,
florece en mis labios la sonrisa
blanca de luna y de luceros.
Ante tí noche me presento,
ante tu luz,herído entre la hierba,
frente a frente sopla el viento,
y gira sin fin sobre la arena.