Un camino roto recorrieron tus sueños,
te alejaste por carreteras de niebla.
La chispa amarilla por el fuego,
era tu alma bajo el ala de una estrella.
Ahora que te has ido,estás ausente,
y vuelas por el cielo como un ada.
La noche oscura te dejó sobre la frente,
dos heridas y diez golpes en el alma.
Campos santos no recuerdan tus palabras,
consumidas por la lluvia,por el tiempo.
Yo recuerdo tu mirada con el alma,
y rescato tu sonrisa entre desiertos.
Ahora vivo un silencio continuado,
desplegando calendarios de otro tiempo.
Una pregunta a la atmósfera te hago,
y recibo tu caricia por el viento.
Triste y encantado Iringo.
Te envío siempre un saludo gentil.