Vienen los pájaros
volando con voluntad sin rabia.
Emitidos de su fuente lumínosa
vienen en formaciones relajadas.
Miran los hoyuelos de los hombres
que desayunan su diario mazapán.
Se acercan a las más viejas cortezas
que resultan ser abuelos sin migajas.
Ignoran lo seco y lo calcáreo
y su presencia es de cuerpos ígneos.
Y ruedan sin mancilla sobre el viento
posándose en sus formas comedidas:
Bajo ellas se forman estructuras
y hombres que marchan en busca de salarios.