Estoy seguro de esta intermitencia absoluta y constante que nos apaña el paso de nuestra compartida actualidad donde va arrumándonos en el lugar que aguardara esa sensación inevitable de frialdad y olvido, transformando la vida en nada.
Estaré en cada momento de angustia, no condenándome y siempre cuidándote.
En el desafío incontrolable de saber vivir apropiadamente es reconfortable un leve beso para comenzar el dia, una mirada para la vida y un abrazo sentido para en corto momento disfrutarla.