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Quedémonos Tranquilos

Pensé que estaba sentado mientras pasaba el tiempo, mantenía mi vista hacia el frente y sonreía. No había ningún sonido. El momento era envidiable, pero realmente pensé que estaba sentado. Fue cuando vi a las paredes derretirse y convertirse en serpientes, fue un momento de extremo pavor, descubrí que realmente estaba parado, las serpientes se movían rápido por mis costados, paraban cerca mío a mostrarme sus colmillos, mi cuerpo temblaba como nunca lo había hecho, las serpientes me excluían a ése círculo que formaban esquivándome, malditas serpientes naranjas con manchas negras. Era presa de un miedo horroroso, era un mar tremendo de horrendas criaturas, con semblante de disposición para atacarme. Me mantenía con la cara tapada y mis pies muy juntos, y así me mantuve hasta mi siguiente escena, que al igual que la anterior, pasó sin aviso, pensando que estaba parado, me encontré cayendo, no estaba en el cielo, parecía más bien que me dirigía a él, caía, de abajo para arriba, veía alejarme de techos de viviendas, sabía que caía pues mi cuerpo empezó a obedecer a esa "gravedad inversa", y mi cuerpo se acomodó en el aire acostado, de espaldas a las casas y con rumbo al cielo, ya estaba atravesando nubes blancas que olían a perfume, pase muchas de ellas, pero más arriba me encontré con nubes grises, que olían a comida rancia, basura, la combinación de cosas desagradables, tocía al entrar en ellas, eran más grandes que las blancas, fue un tiempo el entrar a una blanca y después una gris, blanca,gris,blanca,gris. Después el patrón cambio a gris, gris, gris. Ya olvidaba el olor de las nubes blancas y empezaba a intoxicarme, mi tos era seca y fuerte, lastimaba mi garganta. La espesura y cantidad de nubes grises ya se había adueñado de todo esa parte del cielo, respiraba sólo olores fétidos y desagradables, pero en un punto del trayecto, salí de todo ese círculo de nubes grises y vi de nuevo cielo azul, voltee hacia atrás y aun podía ver esa mancha gigante de nubes grises que se extendía por todo el cielo que ya había pasado. Donde aun me encontraba "cayendo" no había nubes. Veía el cielo azul, el sol que encandilaba aunque no estaba de frente, y poco a poco la curvatura de la tierra. Fue poco a poco que distinguía el perímetro elíptico cuando noté brillos a lo lejos, que sin tardar mucho constaté que eran estrellas, cada acercamiento que hacía, las veía más brillantes, así como su número aumentaba, pues su brillo se hacía más visible y las podía ver cada vez en más partes. Ésta vez me di cuenta del cambio de escenario, pues al terminar el cielo me vi en el espacio, todo mi alrededor se volvió oscuro y plagado de estrellas, la tierra tras de mí, ninguna fuerza me movía ya, la gravedad había acabado, pero de pronto, noté que no podía respirar, empecé a desesperarme, pronto me quedaría sin aire y mis pulmones explotarían sin poder hacer algo.
Luchaba por moverme, y lo hacía, pero no había nada más que estrellas, mi desesperación llegó a su límite, así como el oxigeno que ya no tenía, me puse en posición fetal, y sentí en mi estomago una explosión, fue cuando el último cambio de escenario me mostró mi casa, estaba en ella, percibí un mal olor, pensé en las nubes, pero al recuperar un poco la conciencia, vi vómito frente a mí, toqué mi boca, y deduje que era mío. Vi con más detenimiento, y observé el vomito que mostraba parte de los hongos que me había comido, los había vomitado, comencé a reír sin detenerme con una felicidad enorme, pero sobre todo estaba feliz porque al final si estaba sentado.
Jaquez25 de enero de 2014

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