Sus palabras me dejaron helado, con el tono del Maestro George refiriéndose al “Yoko también está aquí “, me aclaró un poco más la duda de si ella tuvo que ver en la separación de los Beatles. Al poco rato Dimebag se levantó junto con Jason, diciendo que iban a prepararse para en la noche. Me quedé sentado, en medio de Janis e Iommi. Yo estaba muy nervioso pues la conversación había acabado, Janis veía el cielo recargada en sus manos, mientras que Iommi leía una hoja.
-¿Quién abre hoy Tony? – Preguntó Janis
-ABBA-
Al parecer hablaban de quien comenzaría el concierto.
-Hmm, ok-
-¿Es la lista de las bandas de hoy?- pregunté curioso
-Sí.- me respondió Tony estirando su brazo para que la tomara.
No lo hice esperar y la tomé, empecé a leer, y así era como iba a empezar este festival:
1.ABBA, 2.The Velvet Underground, 3.The Vapors, 4. The Animals, 5.The Clash, 6. George & Ringo Starr, 7. Janis Joplin 8. Black Sabbath.
Mis manos empezaron a temblar, al ver tanta buena música reunida, voltee hacia ellos, y notaron mi impresión, y les causo gracia, pues tenían una sonrisa dibujada en el rostro.
-Quédate cerca de aquí para que tengas una buena vista chico- Me dijo Janis.
-Claro que sí- y claro que lo iba a hacer.
-Y tú chico, que instrumentos tocas?- me preguntó Iommi mientras sacaba una guitarra eléctrica de un estuche que estaba detrás del árbol recargada. La guitarra era hermosa, el cuerpo era negro con una especie de imagen morada medio invisible, que brillaba dándole un tono curioso a la guitarra, las cuerdas eran de color negro que se hacían ver muy bien al chocar con el color morado, el mástil era lo mejor, tenía el nombre Tony Iommi en cursiva en todo lo largo. Los trastes se dividían por rayos de color blanco, dándole una apariencia totalmente fuera de serie. La pala era negra, pero las clavijas eran blancas, todo combinaba a la perfección.
-Bueno, toco muchos instrumentos pero mi fuerte es la guitarra-
-Hmm, interesante, toma, muéstranos tocando algo de tu autoría-
Estaba en aprietos pues no tenía nada de mi autoría, y la única idea que se me ocurrió, fue tocar una canción que estuviera de moda en mis tiempos y que ellos no conocieran. Y pensé en tocar la muy escuchada canción Metalmorfosis, de The Light Members. Banda no comercial en mi época, pero muy conocida. Estaba ya preparado con la guitarra en mi regazo cuando fui salvado por un gigante.
-¿Siguen aquí?, en vez de estar ensayando como es debido, te he estado buscando Iommi pensando que ya estabas haciendo algo de provecho-
era, Ozzy Osbourne.
-Relájate Ozzy, tan sólo me estoy tomando unos minutos más de descanso-
-Mas te vale estar en el garaje en 10 minutos, te estamos esperando y la noche ya va caer-
-Vale, espérenme ahí-
Yo vi a Ozzy todo el tiempo desde que empezó a hablar detrás mío, su porte y vestimenta era tan conocida, que es como si yo lo hubiese conocido desde antes.
- No tardes- dijo Ozzy como últimas palabras, después, notó que lo miraba y me clavó la mirada unos 3 segundos, después se dio la vuelta y se marcho entre la multitud. Fueron los 3 segundos más aterradores de mi vida, pues sus tan conocidos lentes de círculos, éstos polarizados de color negro, no me dejaban ver sus ojos, haciendo su semblante más aterrador.
-Y ahí está, el gran Ozzy Osbourne, ¿qué opinas chico?- me dijo Iommi, y con sinceridad le respondí.
-Bueno, creo que ese apodo de Príncipe de las tinieblas, le queda a la perfección.-
Pude sacarles sonrisas a todos.
En ese instante, Iommi se recargo en sus manos, y empezó a ver el cielo.
-Él en el otro mundo no era así de gruñón, de hecho era incomprensiblemente feliz y energético, tanto que podías pensar que estaba loco, y en realidad así lo es, pero eso sí, en su locura está su talento. La razón por la que él esta así de malhumorado siempre, es que su esposa Sharon, no vino a parar acá, a este mundo de músicos, y tal como él lo expreso en vida, él y Sharon eran uno mismo, y el aquí está perdido sin ella. Lo único que le queda es la música, y trata de recompensar ese dolor en el escenario, por eso nos exige tanto en los recitales-
Era comprensible el dolor de Ozzy, al perder a su amada. En el fondo el príncipe de las tinieblas era sentimental, pero todo eso se había ido con ella.
-Bueno, tendré que irme ya a ensayar, sino volverá a buscarme- dijo Iommi con una sonrisa
-Igual yo me iré a prepararme para en la noche, nos vemos- le siguió Janis
-Ok, los esperaré ansioso cerca de aquí- les dije emocionado
-Cuídate mucho chico- me dijo Iommi, se levantó con la guitarra en su estuche, y se la puso en la espalda, su porte era tan majestuoso como el de los demás, sin duda, el talento de todos era visto desde lejos. Pasó por un lado de mí y me tocó la cabeza, y tomó el camino por donde Ozzy se había ido.
Janis igual se levantó, movió su cabeza hacia los lados para que su cabellera flotara en el aire, y lo repito, simplemente lo que ellos hicieran, aunque fuese insignificante, parecía maravilloso.
-Cuídate, y no fumes tanta hierba- me lo dijo con tono burlesco, tomando camino por detrás del árbol. Al parecer este pueblo era grande.
Yo me tire al suelo, maravillado por lo que me había pasado, mis 16 años, todas mis vivencias en el otro mundo, no se comparaban ni siquiera un poco con esta hora y media que estuve cantando y charlando con estos colosos de la música, y ahí acostado, con los ojos cerrados tan solo me dispuse a esperar la noche, que ya se avecinaba, para presenciar el mejor concierto que nadie en el otro mundo podría ver o siquiera comparar..
Pasé alrededor de 30 minutos acostado en el césped, fue un momento de relajación y felicidad absoluta, después de eso mi cerebro o más bien mi curiosidad me pidió más, y recordé que estaba Lemmy Kilmister con tal vez Ian Gillan, a pocos metros de ahí, me pareció oportuno preguntarle algunas cosas, pero para mis rápidos cambios de planes, mi subconsciente encontraba demasiados personajes importantes. En ese momento, comencé a pensar si volvería a mi mundo, que tal si no, y aunque esa duda no la pude resolver en ese momento, mi único pensamiento cabal que se inventó mi mente al ver a todos esos grandes músicos, es pedirles su autógrafo. Y así lo decidí, pero para esto, necesitaba una libreta donde poder recibirlos, así que me aventuré hacia unos lotes que estaban en un lado de este inmenso terreno. Antes de entrar a lo que pensé que podría ser una papelería, entré a una tienda de instrumentos musicales, honestamente no lo pude resistir, y es cierto, mi pasión fue primera siempre. Había poca gente dentro, era una tienda pequeña pero muy bien surtida, en la Tierra generalmente entraba a una tienda de música y rápidamente iba tras las guitarras, pero ahora era distinto, pues me guiaban los músicos, quiero aclarar que como se pudieron dar cuenta en el setlist, no sólo había músicos que ejercían el rock, sino de todos los géneros y a su vez, personas que trascendieron en ello. Lo aclaro y le tomo importancia porque en esa tienda, al igual que afuera, encontré a músicos que crearon pop en la tierra, así como reggeatoneros, Dj’s, músicos de partes del mundo donde su género de música no conocía, etcétera. Y tal vez no les tome mucha importancia por mi gran adoración hacia el Rock n’ Roll. Caminando por los pasillos de la tienda, buscando rostros conocidos, no instrumentos, me encontré con un guitarrista, Billy Corgan. No me percaté pero estábamos en la zona de las guitarras. Yo lo conocí pues me llamó la atención su cabeza calva. Él estaba parado observando las guitarras colocadas en la pared, yo llegué a él caminando por su perfil derecho, sin voltear a ver las guitarras. Cuando estuve lo suficientemente cerca el volteo rápidamente, me miro unos 2 segundos, y de nuevo puso su mirada en las guitarras.
-Ehm, hola.. tú eres ¿Billy Corgan?- pregunté casi al instante.
Volvió a voltear, pero ahora con todo su cuerpo.
-Si, ¿Por qué?-
-Soy gran fan tuyo-
Aquí, hubo un silencio incomodo, pues él lo había tomado con algo de incertidumbre.
-Oh, bueno, gracias.-
Y por segunda vez, puso su mirada en las guitarras.
Ahí me di cuenta en que sección de la tienda estaba. Mi decepción por la poca atención que Billy Corgan me había puesto, me hizo pensar que era mejor buscar a otra persona.
-¿Qué guitarra me recomiendas?- me preguntó cuando estaba ya de espaldas dispuesto a irme. Fue otra de las cosas que no olvidare en este viaje. Observé las guitarras para tratar de darle una opinión, al observarlas caí en cuenta que ni estas guitarras, ni la de los maestros Harrison e Iommi tenían marcas, en la tierra, uno fácilmente se guiaba con las marcas, para saber que guitarra era buena, y también pude ver que ninguna tenia precio. Dando unos vistazos a todas las que pude, me decidí.
-Bueno, esa azul fuerte de allí me parece bien- y sí, era preciosa.
-Hmm, bueno tomaré esa ya que no me decido por mi mismo- y expresó una sonrisa mientras la tomaba.
-¿Tu que instrumento tocas?- me preguntó mientras metía la guitarra a un estuche que estaba debajo de la guitarra, recargado a la pared.
-Guitarra también- le respondí
-¿Y ya tienes?-
-No, no tengo-
-Pues toma una de aquí. -
-¿Usted me la comprará?- El soltó una carcajada, pues de nuevo había parecido un tonto,
-¿Acabas de llegar cierto?-
-Si, hace unas horas-
-Oh bueno, eso lo explica todo, aquí puedes tomar lo que quieras gratis, sin ninguna restricción, yo tengo ya alrededor de 200 guitarras en mi casa.-
Y si, ahí me di cuenta porque se rio.
-Wow, es genial.-
En eso voltee hacia la pared donde estaban colocadas, y tomé una color negro que me gustó, tal vez la tome porque era negra como la guitarra del Maestro Iommi.
La metí en su estuche.
-Ven, vamos por unas púas.-
Dando unos pasos, encontramos el estante donde estaban las púas, él tomo un puño y las echo a su bolsillo.
-Desde siempre tomo un puño de púas, pues se me extravían demasiado- dijo Corgan.
Yo sólo tomé dos.
-Bueno chico, tengo que irme, ¿cuál es tu nombre?-
-Mick Cobain-
-Eres.. -
Lo interrumpí.
-Si, soy su nieto.-
-Valla, que sorpresa, lo iras a ver supongo.-
-Si, tengo planeado hacerlo-
-Bueno Mick, cuando lo veas me lo saludas,-
-Claro, yo le digo-
-Ok, nos vemos después-
Salimos de la tienda y el tomó otro rumbo, mientras yo iba hacia la papelería por la libreta y un plumón que necesitaba para los autógrafos. Entre a la tienda y tan solo entrando, me topé con Eminem que traía consigo un paquete de lo parecían hojas blancas.
Al parecer tenía prisa.
-El talento necesita plasmarse primero en papel ¿no?- me lo dijo mientras salía de allí viéndome. Yo voltee hacia atrás y él seguía su camino, eso si me resulto extraño. Igual seguí con mi objetivo y busqué alguna libreta, cuando las encontré, tome una y busque plumones, tomé 3 de color negro y los puse en mi bolsillo, fue algo extraño para mí pues nunca en mi vida había robado, y aunque esto no fuera robar, era extraño. Cuando ya tuve lo que necesitaba salí de allí, no encontré alguna otra celebridad que conociera. Eran alrededor de las 7:30 y el sol estaba a algunos minutos de irse, recorrí todo el parque para llegar al lugar de donde me había levantado, me llevé una gran y espléndida sorpresa. Había una joven, al parecer de mi edad, me emocioné pues la mayoría de los que estaban aquí, superaban los 30 años.
-Hola, cómo te llamas?- le pregunté en cuanto llegue al árbol, ella estaba sola, aparte que era muy linda.
-Hola, Kelly Parkin ¿y tú?-
En ese momento un flashback me golpeó la cabeza, ¡ella era la bisnieta de Ringo Starr!, ella murió atropellada en el 2068. Aunque yo era fan del rock n’ roll, reconozco que ella tuvo mucho éxito mientras vivió cantando canciones pop pegadizas.
- Mick Cobain, yo te conozco- se lo dije mientras me sentaba junto a ella.
-¿A si?, eres de mi época entonces.-
-Si, apenas morí hoy, en el año 2073- acuñe desde aquí el termino de que yo había muerto para evitar confusiones.
-Oye, ¿Cobain?-
-Si, soy su nieto-
-Interesante- me lo dijo asintiendo lentamente con la cabeza.
-¿Vienes a ver a tu bisabuelo?- le pregunté
-Si, a él y a todos los que se presenten hoy-
-¿Y ya sabes quienes serán?-
-No, no lo sé, mi bisabuelo solo me dijo que tocaría hoy junto al señor Harrison-
Le platiqué que unas horas antes había estado con aquellos gigantes, así como las bandas que se presentaran esta noche.
-Oye, ¿tocas guitarra?- me lo preguntó mientras ponía su mano sobre el estuche que había dejado tirado a mis espaldas.
-Si, lástima que no tengo amplificador para que vieras-
-Ya habrá otra oportunidad-
Y sin ningún preámbulo, se encendieron las luces del escenario que yacía oscuro, nuestros rostros reaccionaron a ello.

LEAN LA PARTE 1 Y 2, COMENTEN PORFAVOR :)

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