Ayer dijimos "mañana"
Mientras las sombras envolvían nuestro destino.
Vivíamos el presente
Con aciertos imprevistos...
Nuestras manos se entrelazaron
En un camino de nubes
Y la soledad, en su melodía inacabada
Se cubrió de sueños vacíos
El mar consumido por certezas ausentes
Expresa mi ser contradictorio
Llenando de presencia la figura amada
¿Será la magia posible todavía?
Como Estrellas que nacen de las sombras
Como esas palabras que yo ya no veo
Ni apenas escucho
Pudo ser: ya no hablas...
Jardín nocturno que rompe el sueño más largo
Volviéndose uno con la música
Encontrando un eco de tristezas, las nuestras.
De nuevo esperando, creyendo, amando...
¿Existes hoy
Ficciones sin principio ni olvido:
La belleza de la Nada
