Guerra y Mar.
12 de abril de 2018
por johansebastian
El sol clava sus rayos en la espuma. El cielo arropa con sus nubes al mar, ya muerto. Las rocas mantienen alta su defensa ante los inagotables ataques del aire y de la marea. El perpetuo oleaje, decidido a derribar las murallas de arena, granito a granito. Mientras, la sal y el salitre mantienen una tregua en mis labios y mi piel. Ah, y los sonidos, viejos estrategas, como saben crear la ilusión de victoria con sus gaviotas, sus olas, su viento y su silencio. Maldita sea, creo que he muerto.
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Cactus1074 lecturas, 2 comentarios, 1 lo recomienda
Trepidante y efímera humanización de los elementos.
Un saludo.