No hace falta más que mi espíritu
Para que la profecía se cumpla.
Y me tropiezo en el camino de la lucha,
Porque hay tropiezos a los que familiarizarse,
Porque hay luchas que tendremos que saber perder.
Pero no voy a decaer en la batalla
Que me llevará hasta tu infernal piel,
Porque del cielo brillarán luces,
Porque en el alba se levantará tu espíritu,
Porque en el atardecer vendrás a mí,
Como cuervo a su presa,
Como león a mi encuentro.
Y yo seré de ti
Hasta que los arboles me hablen,
Y tu furia sentiré
Cuando del cielo oiga sus trompetas,
Cuando de mis amigos se oiga la desolación.
De ti seré
En el tiempo de mi vida,
Que sin quererlo me abraza a tu recuerdo.
Más que mi vida,
Mi muerte se aferra,
Porque solo una de tus palabras
Bastaría para hacerme vivir;
Sólo tu respiro me resucitaría.
He muerto desde el día que mis ojos te vieron,
Y he seguido muriendo desde que mis ojos se cegaron.
Porque así se anuncia mi muerte,
Y así se anunciará sobre las sombras y los ríos;
La indecencia de nosotros que alteramos el destino.
Jesucristo, ayúdame a desistir de su sonrisa y de su poder.
Sácame de éste manantial donde se hunden los cuerpos,
Y regresan los demonios.
Conduces mi vida.
Johnny Hoyer.