Un manto negro es mi piel,
Caín me presentó a Abel,
vengo a cumplir mi papel,
a lomos de mi corcel
soy el destino mas fiel,
quien bien conoce vuestra hora
observo, antes de actuar,
cómo el tiempo os devora.
Aun por mi lloran en Basora familias de civiles
y de soldados,
fui enviado camuflado en misiles
inútil es combatir contra quien no conoce el sueño,
imposible evitar que del final de esta historia sea dueño.
Pregunta a los lugareños del Zaire y el Kosovo
que ni por qué el futuro a muchos de los suyos robó.
Hay quien probó a desafiar,
midió mi rostro en el frente por temer encontrarme,
todo sentido de alertar secuestro.
Vuestro fue el plan de enviarme a Afganistán,
fue la secuela de haber visitado las torres gemelas,
soy aquel a quién evitais conocer
pero golpeasteis a mi puerta y hoy tiño de rojo cada amanecer.