Lo que dar�a porque fuese ya de d�a y su dulce voz me susurrase �lavavajillas�, �espumadera� o �colesterol�. Jugando a rumorearnos pol�s�labos al o�do, mientras foll�bamos, derrochamos nuestro amor a manos llenas. Ahora, casi siempre juego solo, y no consigo salir airoso de ning�n mediocre pasatiempo sil�bico, si no es con vulgares monos�labos: s�, no�, ya�, qu�
Extra�o sus besos, la noche se me hace eterna entre las s�banas, las luces se apagaron con su �ltimo abrazo; los �estremecimientos�, las �sacudidas�, los �escalofr�os�, se fueron transformando en tristes refugiados de la nostalgia. Nuestro apasionado juego de palabras se esfum� la noche en que ella pronunci� lentamente su �ltima y criminal ofrenda polis�laba: �ma-tri-mo-nio�.

Jucapega1963Seguir Autor Recomendar Texto Agregar a Favoritos