Ya florecen los narcisos
que con ilusión plantamos.
Ya se marchitó el jacinto
que acariciaron tus manos.
Las amarilis crecen,
se elevan los tulipanes
como tú los dispusiste.
Alegrarán los arriates.
Pero no estarás para verlo.
Y cuando llegado el momento,
sus colores yo te cuente,
con cada flor nacida te mandaré un beso.
Deseo que todas se marchiten,
porque entonces será el momento
de que vuelvas a ayudarme
a plantar flores del tiempo.
Sembraremos las petunias
que elegirás en el vivero.
Y como no, vida mía,
sembraremos pensamientos.
Eres como flores estacionales
de fugaz crecimiento,
de explosivas floraciones
que rápido se lleva el viento.
Yo rosa de Jericó
arrugada y reseca,
que espera para reverdecer la lluvia,
que ha de llegar de tus labios que me besan.
Que bonitos versos, un saludo