Me toca ser el grumete
de esta vasta travesía,
que en tocante a poesía
tan solo soy un zoquete,
mas puesto ya en este brete
de tamaña singladura
ya por de estribor la amura
presto voy al abordaje,
luchando con fiel coraje
tras Calíope la pura
musa que será mi guía.
Alma que abrirá las olas,
por bocina caracolas
anunciando la alegría
de la llegada del día
del bautismo abrasador
en el cual con fiero ardor
trocose el grumete en hombre,
grabando a fuego su nombre
en un poema de amor.
bueno para ser un poema sin pretensiones, pocas cosas te has dejado en el tintero compañero...
Ya quisiera yo tener la fe que tú tienes, en tu dios y en las personas.
Un beso.