Te ví, por primera vez. Eras tan lindo, tan dulce, tan perfecto...
Nos fundimos en un abrazo. Se nos hizo eterno.
Me susurrabas al oído incontables " te quiero", esos que me decías cada noche. Con tu voz, me volváis loca. Era tan cálida, tan dulce, tan real, tan cercana...
La alarma nos interrumpió en la oscuridad.
Me sentía pérdida, agitada...