Este el segundo de catorce que te prometí, como podrás darte cuenta, hoy no te mentí, cumplo algunas de las cosas que me propongo y otras tantas se quedan en el olvido, como los recuerdos de tardes agradables a tu lado, se fueron al olvido, se fueron a la basura, junto con todas tus cartas y tus mejores deseos hacia mi; hoy lejos de todo y lejos de ti, quiero inventar una maquina que me haga partir hacia efedra, si es que tu no lo conoces, es ese lugar lleno de utopías, pero lleno de verdades, verdades muchas veces inalcanzables, tan inalcanzables que hasta dan ganas de llorar, verdades como tu; verdades y reales como tus ojos locos, muchas veces rojos, muchas veces desvelados, otras tantas ojerosos, pero siempre tan sinceros y crueles, siempre observando mas allá de mi alma, contemplas lo intoxicado de mi ser, pero no logras ver lo consiente de mi espíritu, este espíritu que te llama todas las noches, este espíritu que te espera todas la noches bajo mi ventana, al calor del humo, que solo hace que te recuerde con mayor realidad, que no te borra de mis terminales nerviosas, que me permite sobrellevar esta dura vida sin ti.

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