Una caída bella de agua,
matiza dulce con armonía,
dos luminosos luceros
en una llanura suave y ligera,
rica montaña de aires inmaculados,
música de troncos etéreos,
móviles y hermosos.
Paraíso de dioses,
terreno de fértiles bosques.
Armonía y sublime delicadeza,
naturaleza y envidia de un Dios
que perdió su grandeza
No existe paisaje en el mundo,
ni en el ideal paraíso,
un panorama más bello,
que se adueño de mis ojos