Al alba vendras a mí,
diluvio, aliento de brisa,
a regar con tu sonrisa
mi flor de pitiminí.
Brotará en mí un frenesí,
un hambre de ti insaciable
y tu, que eras indomable,
me abrirás el corazón
forjando con la pasión
nuestra historia interminable.
Me has sonado a un Lopez de Vega; eres poeta de la vieja alcurnia y eso se admira y se agradece.
mirando quede perplejo,
las gracias de la pulpera.
Labios de intenso rojizos,.
y de una larga cabellera.
oh pulpera que idiotizas
bamboleando tus caderas
compro el brillo de tus ojos
pondle el precio que tu quieras.