Tan cercana y remota te sentía
cuando entre amor y odio reposaba;
de tu savia, vacío y lleno estaba,
en mi alma gobernaban noche y día.
Húmedo de esperanzas y sequía,
lamento y alegría conjuraba
mas mi voz sin palabra articulaba
silencios donde el ruido se le unía.
De primavera e invierno te vestiste,
la rosa y el hielo, nieve y aroma,
doble complejidad de un mismo modo.
Te hallé y al mismo tiempo me perdiste,
sin alas despegué; cuervo y paloma
que vuela hacia la nada... con tu todo.