Suspira entre llanto la vida
temerosa y resentida,
sabiendo que ya queda poco
para que se acaben sus días,
le duele el corazón roto.
Perdida entre los lamentos,
busca cobijo en un sueño
que ha de luchar con empeño
con la ayuda de los vientos,
derrotando los tormentos.
Vestída de valentía
miró a la muerte a los ojos.
Su mirada le seducía,
retrocedía poco a poco,
perder la guerra temía.
Pensó como arma el engaño
al igual que ella hacía
fue así como le hizo daño,
ya nada le serviría,
y al fin lo derrotaría.
La vida es bastante valiosa
que hay que cuidar con energía
pues la muerte es muy rencorosa,
poniendo trampas, silenciosa,
acogiendote en su gracia.
batallas que tenemos que tenemos que afrontar, hasta el último día