Me recuerdas al sol crepuscular
cuando a la luna ofrece su fortuna
y de todas sus luces, ya ninguna
se resiste al deseo de brillar.
Me recuerdas al bosque, cuando otoño
sigiloso en su lecho se le aloja
y lo va desnudando hoja tras hoja,
le condena a pasiones sin retoño;
al desierto en silencio, a sus arenas
que añoran las caricias de las olas
que tan esperanzadas, tan asolas
suplican lluvia para enfriar sus penas;
al viento cuando duerme, y en su ausencia
parece que el tiempo se ha congelado
como si fuera su significado
que nada existe, que no hay esencia.
Recuerdo las escenas que no tuve,
que contigo viví sin ser yo mismo,
me recuerda el olvido que tu abismo
ya se desvaneció...solo fue nube.