Bailando a la luz de la luna,
sintiendo el amor de la noche,
en silencio, sin el ruido de coches,
calma y penumbra hacen que se unan
a una velada romántica.
Las estrellas que brillan
cantan al compás mientras
que el silbido del viento
les acompaña con fuerza
en sus dulces cánticos
que enamoran a la gente
que deambula la calle
a altas horas de la madrugada.
Lejos queda el amanecer,
gocemos de la presencia
de la clara luna, de su fulgor
que nos llena de ganas de salir
y de pasarlo genial en las noches
de verano. Disfrutar el cariño
y el sentimiento que produce
el compartir muchas alegrías
con los que nos rodean.
Dejad que la magia de la oscuridad
avive vuestras llamas internas
y dejar la cama de lado, venid
a brindar con los amigos con una copa
y convertir la reunión en un festín
y hacer una noche inolvidable...