Te coseré los labios y tu boca
será prisión de versos renegados
quedando en el silencio sepultados,
dando fin la obsesión que en ti se aloca.
De tus besos, sabré si se equivoca
la pasión en tu amor, aunque callados
gozarán del sabor y entusiasmados
a mi amor le diran que les provoca.
Nos amamos, no sé porque mentías;
ya sellé entre mi olvido tu maldad.
Al sobrar las palabras ya no hay duda;
dentro, en tus ojos vi que me querías,
no sabías decirme la verdad
y antes que mentir te prefiero muda.
Muda me dejas a mi con tu maestría al componer sonetos.
No solo técnicamente sino en su contenido sabes darles ese aire romántico esencial.
Felicidades maestro.