Un solo verso ha quedado en tu boca,
atrapado en las fauces de lo eterno,
acurrucado en un abrazo tierno
que el silencio, a su manera, provoca.
Quiere deslizarse como una roca
pero de pronto es llegado el invierno
y sin respirar sigue estando interno:
contra todas las paredes se choca.
Sin ningún acto de valor murió:
el dolor le asestó golpe certero
y no pudo mostrar su sentimiento.
Tras los muros labiales falleció.
Solo queda el cadáver de un "te quiero"
que jamás aliviará mi tormento.
Bueno, al menos dijo.."te quiero" es una buena despedida...jaja. Buen poema amigo. Saludos