Que el olvido te quede como herencia,
que en tu llamada a la felicidad
estallen en tus oídos interderencias
y con cadenas te aprisione la soledad.
Y aunque el disimular te ayuda,
tu corazón sin razón se lamenta
porque esta perdiendo la cordura,
solo odio y rencor lo complementan.
Pensar que un día me quisiste,
ahora que a la verdad aburriste,
en mis negros pensamientos moriste,
por fin ya tienes lo que pediste.
La paciencia se ahorcó en tu mente.
la tristeza te brinda con su presencia.
Por embaucarme con tu risa inocente,
tu engaño, haya queda en tu conciencia.